(...)
 "-Prometeme que nunca me abandonarás
  -Lo prometo, te amo tanto...
  - Y yo a ti. Coge tus cosas y larguemonos.
  -Pero... ¿Que hacemos con la escopeta?
  -Dejala cargada, quizás alguno de los dos vuelva por aqui cuando rompamos nuestra promesa.
  (silencio)
  -¿Encima de la mesa?
  -Sí, está bien." 
         
 
 
 
      
     
  
 
 
                             
                             
     
     
 
         
             Cuando llegué ya trinaba ese pajaro que canta sobre la bola de muérdago.
 Dicen que se llama Toh.
 
 Tenía frio y leves nauseas
 No hambre
 
 Frente al espejo mi rostro evidenciaba algun que otro nuevo surco temporal
 Cada vez me es menos dificil imaginarme a mi mismo como anciano, cada vez me es mas dificl 
 verme como joven.
 
 De mi lacrimal derecho surgía un hilo negro, una pestaña rendida, pensé.
 Quise tirar de ella y mis recuerdos empezaron a descoserse de mi mente.
 
 Uno tras otro
 los más recientes e inocuos
 los más profundos y dolorosos
 
 Comencé entonces a estirar del hilo
 compulsivamente
 el delicado bordado gris
 que conforma mi cerebro 
 comenzó a deshacerse
 
 Ya no era una hebra negra, ni dos, si no cientos de cabos sueltos pendían de mis ojos
 reptaban por el suelo y se anudaban a mis pies, trepaban las paredes y
 se introducán en mi boca abierta, muda en un grito sordo y eterno.
 
 Incapaz de moverme vi como iba desapareciendo, ahogado en el río de una  expiación imposible.
 Entonces caí dormido.
 
 
 Me gustaría ser el Houdini de tu recuerdo.