

Soldadito de plomo,
 figurita de porcelana.
 ¿Dónde está tu bailarina adorada?
 Perdida sin ti, se encuentra.
 Quiere encontrarte por mucho que el viento lo
 impida.
 Pero, ¿cómo buscarte?
 Ella no lo sabe. Lo intenta, pero por mucho que
 hace; no te encuentra, por ninguna parte.
 ¿Dónde estás? Resulta tan difícil buscarte...
 Y ahora se ha enterado de que un pez te ha devorado
 Y se ha quedado sin la esperanza de volverte a ver,
 Creyéndote muerto por segunda vez.
 Sus ilusiones de sus ojos se borraron, 
 La esperanza de encontrarte se esfumo, como el
 verano pasado.
 Ella sueña con volverte a ver, solo repite: ¡Vuelve
 otra vez!
 Pero sus sueños han ido desapareciendo al cabo que
 pasan los días.
 Y la verdadera historia es que un pez te atrapó,
 pero conseguiste escapar.
 ¿Cómo? No lo cuentas. Lo único que se sabe es que
 luchaste contra viento y marea, para volver al lado de tu bailarina.
 Sin temer a lo que viniera después, volviste a su
 lado. 
 Sin temer a nada, para vivir con tu bailarina
 soñada.
¿Por qué todo en
 esta vida se acaba?
No tiene sentido,
 las cosas no suceden porque sí. Tiene que tener un significado lógico que en
 este preciso momento no encuentro por ningún lugar.
Le echo de menos.
 Nunca llegas a saber cuánto quieres a una persona hasta que la pierdes, pero en
 mi caso sé lo que es quererla en cada instante 
 y seguir recordándola cada día. 
Nunca llegué a
 decirle cuánto le quería o al menos no lo suficiente, porque era muy pequeña
 para expresar un sentimiento tan grande; pero él lo sabía, o eso pienso yo.
¿Cómo en el
 momento de la pérdida no te das cuenta de lo que te está pasando? Pero luego
 pasan los años, como estrellas fugaces delante de nuestros ojos y ni siquiera
 nos habíamos dado cuenta de la pérdida que habíamos tenido recientemente.
 Puede que en este momento no tenga mucha
 coherencia lo que estoy escribiendo, pero es lo que en este momento me ha
 vuelto a mis pensamientos. Algo que pensé que ya había superado y que al
 parecer todavía no lo he hecho. Sigo recordando a mi abuelo todas las noches
 desde el día de su muerte, y aseguro que siempre lo recordaré. Porque es muy
 difícil olvidar a alguien que prácticamente te ha criado desde que eras un bebé
 y que siempre estaba a tu lado para cualquier cosa. Parece mentira que haya pasado
 tanto tiempo desde su fallecimiento, nunca había escrito nada sobre él porque
 me asustaba la idea de ser débil. Ya que mi abuelo la última vez que lo vi me
 dijo que fuese fuerte pasara lo que pasara, y lo he intentado pero no hay ni
 una sola noche en la que no me acueste sin llorar recordándolo, porque aunque
 parezca mentira él siempre está en mi mente y siempre permanecerá en mi
 recuerdo, siempre.
Creo que nunca
 llegará el día en que lo olvide del todo, porque aún recuerdo todos los
 momentos que pasaba junto a él y no se me ha olvidado ninguno de ellos. Tanto
 los buenos como los malos, pero lo que nunca olvidaré fue cuánto luchó mi
 abuelo por conseguir sus sueños. Quién crea que el sueño que tenía mi abuelo
 era solo para él, se equivoca, porque no recuerdo el día en el que mi abuelo
 dejase de pensar en su familia y de darles todo lo que necesitaban aunque eso
 le supusiese un sacrificio para él. Y parece mentira todo lo que luchó contra
 su enfermedad y todo lo que aguantó, todo para ver a su única nieta cumplir los
 diez años. No se me puede olvidar aquel día 4 de septiembre de 2006, sentada en
 la cama al lado de mi abuelo soplando las velas de mi último cumpleaños con él.
 No se me podrá olvidar todo lo que aguantó ese día solo para que su única nieta
 estuviera feliz. Y jamás se me podrán olvidar sus últimas palabras: Lucha por
 lo que quieres y nunca te rindas para conseguirlo, pase lo que pase sé fuerte.
 Porque lo que hoy te parece malo, mañana puede ser lo mejor que te ha pasado.
¿Cómo puedo
 recordar todo esto? No lo sé, quizá porque era una persona muy importante para
 mí. No lo sé, lo único que sé es que siento muchísimo su pérdida y la seguiré
 sintiendo siempre. Porque pase lo que pase, siempre estará conmigo. Pase lo que
 pase, jamás te olvidaré. Te quiero sinceramente y te lo digo hoy porque en su
 día nunca te lo llegué a decir lo bastante y aún lamento no haberlo hecho.
Por este motivo
 nunca dejo de mostrar una sonrisa a todo el mundo, aunque por dentro no me
 sienta de la misma forma. Siempre seré fuerte y pase lo que pase nunca dejaré
 de sonreír, y no estoy escribiendo todo esto para que nadie se compadezca de mí
 ni mucho menos, todo lo contrario. Sólo lo escribo porque hacía mucho tiempo
 que lo tenía guardado y quería salir pero no sabía cómo expresar lo que sentía
 hasta hoy.
 
 
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