METODOS ANTICONCEPTIVOS
 NATURALES .... ¿¿¿ SIRVEN???
 
  
 
 Cuando se habla de métodos anticonceptivos naturales hay que
 olvidarse de aquellos procedimientos más o menos extravagantes que en ocasiones
 se escuchan. El más frecuente de ellos es que la primera vez que se tienen
 relaciones sexuales no hay riesgo de embarazo. ¡Mentira! ¡Como estés ovulando
 ya verás!
 
  
 
 No hay 'marcha atrás'
 
 Ojo con las buenas intenciones de tu pareja, la "marcha
 atrás" (aquello de: "no te preocupes que yo controlo"), no es seguro
 por dos razones: Primera, porque en el líquido preseminal, que sale sin
 necesidad de que la eyaculación esté próxima, pueden existir espermatozoides
 activos que te darán un disgusto; segundo, porque es difícil controlarse cuando
 se está llegando al orgasmo, por lo que no resulta extraño que el chico se demore
 más de la cuenta y salga cuando sea demasiado tarde.
 
  
 
 Cuidado con la lactación. Durante mucho tiempo se consideró que
 las mujeres no podían quedar embarazadas durante la lactancia. Es verdad que
 esta retrasa la recuperación del ciclo normal por cuestiones hormonales, pero
 no lo hace siempre igual ni en las mismas condiciones. Pregunta por ahí y
 encontrarás numerosísimos casos de mujeres que se sintieron sorprendidas con un
 nuevo embarazo a pesar de estar lactando. Es un procedimiento natural muy poco
 seguro. 
 
  
 
 El objetivo principal de los métodos anticonceptivos naturales es
 evitar que los espermatozoides se encuentren con el óvulo sin utilizar ningún
 procedimiento artificial (hormonal, de barrera, etc). Por eso, entre los
 métodos anticonceptivos naturales pueden estar el coito anal, el sexo oral y la
 masturbación mutua.
 
  
 
 Pero cuando se desea practicar el coito es cuando aparece
 realmente el problema porque existen riesgos de fecundar el óvulo. En tal
 contexto, el principal método anticonceptivo natural sería la abstinencia
 completa de cópulas. Pero como eso es difícil de conseguir, el procedimiento se
 reduce a evitar mantener relaciones sexuales precisamente los días del ciclo en
 los que la mujer está ovulando. El problema que tiene este procedimiento es determinar
 cuándo se produce la ovulación.
 
  
 
 El método del calendario
 
 Este método fue desarrollado por los ginecólogos Kyusaku Ogino,
 japonés, y Hermann Knaus, austríaco, entre 1924 y 1928. también se le conoce
 con el nombre de "método del ritmo" o "método de Ogino". Se basa en algunos
 conocimientos biológicos sobre los gametos y el ciclo de la mujer para calcular
 el día de la ovulación.
 
  
 
 En ciclos de 28-30 días, la ovulación se produce en el día 14 ó 15
 (los ciclos comienzan a contarse tomando el primer día de sangrado de la regla
 como primer día del ciclo). Por tanto, esos días habría que abstenerse de
 practicar la cópula. Pero como los espermatozoides pueden sobrevivir en el
 interior de la mujer unos tres días, se evitará el coito cuatro días (para más
 seguridad) antes del 14-15.
 
  
 
 Y como el óvulo sobrevive igualmente unos tres días, habrá que
 añadir cuatro días más de abstinencia después del día 14-15. Eso supone que los
 días donde hacer el amor está prohibido se situarían entre el décimo y el
 diecinueve. Para mayor seguridad, se prefiere evitar el coito desde el séptimo
 día (algunos indican no mantener relaciones sexuales durante toda la primera
 fase del ciclo) hasta el veintiuno.
 
  
 
 El procedimiento del Método Ogino deja poco margen para el coito,
 la verdad. Por eso, muchos usuarios del mismo intentan arañarle días al
 método, y tienen relaciones sexuales en días arriesgados... y tienene
 "hijos de Ogino", como se conocen popularmente los fallos del método.
 
  
 
 Tiene la desventaja de que le exige a la mujer ser muy regular en
 sus ciclos, cosa que no siempre es posible. Y requiere anotar la duración
 exacta de los mismos, los seis meses o más anteriores al comienzo de su uso.
 Con todo, la ovulación se puede adelantar o retrasar por motivos emocionales
 con cierta facilidad, lo que proporciona mayor inseguridad al método.
 
  
 
 Algunos autores dan a este método una tasa de errores del 9%, pero
 otros señalan que oscila entre el 20% y el 25%.
 
  
 
 El método de Billings
 
 También conocido como Modelo Creighton del método de ovulación. Es
 una variante del procedimiento anterior. El método fue desarrollado en los años
 cincuenta-sesenta del siglo XX por los dotores católicos John Billings, Evelyn
 Billings y James Brown. Consiste en la observación de los cambios del moco
 cervical.
 
  
 
 El extremo del cuello del útero (cervix) permanece taponado por
 una sustancia cuyas características varían a lo largo del ciclo bajo
 influencias hormonales. Durante los días fértiles aumenta su cantidad, su
 elasticidad y su viscosidad, además de hacerse más transparente. Durante los
 días no fértiles, el moco es distinto, más turbio o blanquecino y menos
 abundante.
 
  
 
 La mujer se entrena en introducir un dedo hasta alcanzar el
 cervix, toca el moco, extrae un poco en la yema de los dedos y observa sus
 cualidades. Cuando aparece con las características propias de la ovulación, se
 abstiene de tener sexo hasta que desaparezcan.
 
  
 
 El procedimiento tiene el inconveniente de que requiere un entrenamiento
 de al menos un año. Requiere mucha disciplina pues hay que realizar la revisión
 todos los días. Y la proporción de fallos está estimada entre el 25 y el 9%.
 
  
 
 El método de la temperatura basal
 
 Es, igualmente, una variante del método del ritmo o del
 calendario. Se basa en otro hecho biológico. La temperatura basal del cuerpo
 femenino varía en función del día del ciclo en el que se encuentra. Los días de
 la ovulación se produce un incremento de la misma.
 
  
 
 La temperatura se ha de tomar todos los días, durante 5 minutos.
 El termómetro puede colocarse bajo la lengua, en la vagina o en el recto. Y
 debe tomarse al despertar por la mañana, con la mujer todavía en la cama, para
 evitar el calor que aporta la actividad física. De ahí el nombre de "temperatura
 basal". Como en los anteriores procedimientos, hay que añadir cuatro días antes
 del de la ovulación y otros cuatro después. El resto de los días se consideran
 infértiles.
 
  
 
 Como en el caso anterior, exige meses de toma diaria de la
 temperatura basal para tener un mapa de los ciclos de la mujer. La tasa de
 errores estimado para este método se sitúa en el 3%
 
          
 
 
 
     
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